Estoy llena de fronteras, cicatrices que hablan de ti.
Crecí en la frontera y aprendí que los limites se podían romper o desaparecer buscando el lado legal, la via correcta. Creo fielmente que el amor debe ser así, con fronteras, con cruces de amor, de respeto y también con intención. Amando de esta manera tomé lo mejor de cada uno de los terrenos que pisaba, sembraba algo y dejaba lo mejor de mi, como el que visita y lleva un regalo o unas flores.

Mi primer amor fue así lleno de fronteras que me dejaron cicatrices. Cicatrices que me formaron y que también marcaron la manera en la que veo y siento el amor. Así cada amor le hizo cicatrices a mi cuerpo fronterizo, pero dicen que los huesos y la piel cuando se rompen son más fuertes y de eso agradezco a los amores del pasado.
Ahora despierto y a veces desconozco mi cuerpo, porque cada vez es más fuerte, más seguro y más sabio. Entonces escucho, crezco y me reacomodo dentro de mí cuerpo y la voz del amor cada vez es más clara.
XOXO
